Aunque existen desde hace años los sitios web donde los propietarios de casas y departamentos buscan dueños directos para venderlos, las inmobiliarias han demostrado que su servicio es necesario y útil.
Si querés conocer algunas de las razones, aquí se explican.
Gente confiable
A través de una inmobiliaria con un corredor matriculado, la dueña de un departamento o el dueño de una casa saben que solo ingresará en su propiedad gente confiable. Antes de permitir la visita, la inmobiliaria chequea los datos de cada interesado.
El segundo servicio que propone la inmobiliaria es el acceso a su base de datos de interesados cualificados y su conexión con otras inmobiliarias cooperando para acelerar la venta.
También la inmobiliaria es la más idónea para tasar la propiedad. Una buena tasación no es la más alta ni la más baja, sino aquella que permite concretar la venta en el menor tiempo posible.
La difusión
Finalmente, la inmobiliaria le brinda al vendedor una amplia difusión a través de su sitio y sus redes. Para ello, le envía antes un fotógrafo y videasta que hará tomas y videos a fin de que la casa luzca más “vendible”.
Naturalmente, la inmobiliaria cobra un honorario por todos esos servicios, que está fijada a través de colegios de profesionales de cada jurisdicción.
Esa retribución compensa ampliamente los peligros que puede correr y las trampas en las que puede caer un propietario si decide hacer la venta por su lado. También, agiliza un proceso que puede demorar demasiado tiempo si se hace por otra vía.
Fuentes de las imágenes
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