La carrera de un piloto de Fórmula 1 –como Franco Colapinto y Lewis Hamilton, por ejemplo– y la de un corredor inmobiliario son dos trayectorias profesionales que, aunque pueden parecer distantes, comparten ciertas similitudes y diferencias significativas. Y esto, en términos de las habilidades requeridas, la naturaleza del trabajo, el entorno en el que se desarrollan.
Si en este momento estás buscando un corredor inmobiliario para encargarle la venta de tu casa, tu departamento o tu PH, aquí hay datos que te van a servir. También, en el caso de que estés pensando en recurrir a un corredor a fin de encontrar una propiedad para comprar.
A. Similitudes
. Necesidad de redes
Ambas carreras requieren habilidades de networking o desarrollo de redes, contactos, conocidos. Los pilotos deben establecer relaciones con patrocinadores o sponsors, equipos –Williams, Red Bull y Ferrari, entre otros– y otros pilotos para avanzar en sus trayectorias profesionales.
De manera similar, los corredores inmobiliarios dependen de su red de exclientes y colegas para obtener referencias y cerrar ventas.
. Estrategia y análisis
Tanto los pilotos como los corredores deben ser estratégicos. Es decir, pensar las acciones con un fin específico a partir de un conocimiento minucioso del campo en el que actúan.
Un piloto debe analizar el rendimiento del auto y las condiciones de la pista para optimizar su desempeño durante las carreras.
Por su lado, un corredor inmobiliario precisa evaluar el mercado para determinar tasaciones adecuadas y realistas, y estrategias de venta efectivas.
. Adaptabilidad
Ambas profesiones requieren una potente flexibilidad ante situaciones cambiantes. Un piloto necesita ajustar su estrategia en cada circuito dependiendo de factores como el clima o el comportamiento de otros competidores.
De igual manera, un corredor inmobiliario precisa adaptarse a los naturales cambios en las tendencias del mercado o las necesidades del cliente.
B. Diferencias
. Naturaleza del trabajo
La carrera de un piloto implica competir en un entorno altamente técnico y regulado. Los pilotos deben tener habilidades excepcionales en la conducción, una comprensión profunda de la mecánica del vehículo, y la capacidad para tomar decisiones rápidas bajo presión.
El entrenamiento es intensivo y a menudo comienza desde una edad temprana en categorías inferiores como karting o Fórmula 4.
En contraste, un corredor inmobiliario se enfoca en el asesoramiento para la venta y compra de propiedades. Este trabajo requiere destrezas interpersonales fuertes, conocimiento del mercado inmobiliario y la capacidad para negociar acuerdos. Además de ello, una formación continua y una licencia específica de un colegio de martilleros y corredores públicos.
. Entorno competitivo
La competencia es feroz en la Fórmula 1, y está marcada por altos niveles de inversión. Los pilotos no solo compiten contra otros en la pista, sino que también deben manejar relaciones con patrocinadores y equipos que invierten millones de dólares en su carrera. El éxito puede llevar a contratos lucrativos y al reconocimiento global.
Aunque también hay competencia entre los corredores inmobiliarios, el entorno es más local y varía ampliamente según la economía de cada localidad y municipio.
Los corredores construyen su clientela a través de relaciones personales y del marketing on y offline, lo que les permite tener un enfoque personalizado.
. Riesgos y recompensas
La máxima fórmula automovilística internacional es extremadamente riesgosa, tanto física como financieramente. Los accidentes pueden tener consecuencias graves, y los costos asociados con mantener un auto competitivo resultan elevados. Junto con ello, los pilotos exitosos son capaces de alcanzar altos ingresos a través de sus salarios y los patrocinios.
En lo que hace al corredor inmobiliario, aunque el riesgo financiero existe –especialmente con las fluctuaciones del mercado y las variaciones de la moneda–, no hay un riesgo físico.
Las recompensas económicas pueden llegar a ser significativas, pero suelen depender de las condiciones del mercado y las habilidades para la comercialización.
Una frase de Fangio
Juan Manuel Fangio, el piloto argentino de Fórmula 1 que hasta el presente más premios cosechó para el país, dijo una vez. “Siempre hay que tratar de ser el mejor, pero nunca creerse el mejor”.
Esta frase habla de lucha y de esfuerzo, y, a la vez, de humildad. Y es una sintética lección tanto para los pilotos de autos como para quienes somos corredores inmobiliarios.