Uno de los aspectos más buscados por quien quiere comprar o cambiar de casa, es el jardín. Y, también la piscina.
Si tu propiedad cuenta con ambos atractivos, aquí hay algunas sugerencias para potenciarlos al momento de venderla.
Para la vista
El césped del jardín tiene que estar perfectamente cortado.
Si no hay tiempo para esperar a que crezca en algunas zonas, habrá que recurrir a los prácticos panes que actúan como alfombras y son fáciles de colocar.
También es vital que no haya objetos acumulados, como bolsas con hojas secas, una tabla de surf rota y despintada, o cualquier otro elemento que se colocó allí como si el jardín fuera un depósito.
Además, un sector con flores siempre suma alegría y color.
Todo el jardín debe dar una idea de orden y calidez, para que la futura compradora de la casa sienta lo que decía el poeta medieval Sa’di: “El jardín es una delicia para la vista y un consuelo para el alma”.
Toque familiar
La piscina multiplica el valor de una propiedad, siempre que luzca como nueva.
Si es preciso, se renovará la pintura de sus paredes y se repondrán las venecitas u otros elementos que la recubren.
El agua tendrá que estar completamente limpia.
Si es verano, se le puede dar un toque familiar al colocar en ella algún inflable nuevo y colorido, a fin de que el futuro adquirente se imagine cómo será disfrutarla.
Fuentes de las imágenes
https://pixabay.com/es/photos/hermosa-casa-r%C3%BCmlang-299730/
https://pixabay.com/es/photos/margarita-daisy-de-%C3%A1rbol-flor-1507550/
https://pixabay.com/es/photos/gafas-de-sol-piscina-recreaci%C3%B3n-1850648/