Para encontrar alegría en la tarea de decidirse a vender una propiedad, es fundamental abordar el proceso con una mentalidad positiva, proactiva.
Desde el miedo solo se obtiene miedo. Desde la apertura mental, en cambio, aparecen puertas que se abren, oportunidades, alternativas, descubrimientos. Aquí te listamos 5 trucos para que ese viaje lo hagas con plena satisfacción.
1. Explorarse a uno mismo
El autoconocimiento es vital para saber de qué herramientas dispone la persona al enfrentar la decisión de mudarse.
Hacer un cuadro –a dos columnas– de las propias fortalezas y debilidades es vital para la reflexión. Al ponerlo por escrito, en un papel preferentemente, la persona descubre muchas cosas positivas de su yo interior. Y numerosas fortalezas que no había considerado antes.
También es útil que ese cuadro sea compartido con familiares cercanos y amigos, para que aporten sus puntos de vista.
2. Definir las necesidades prioritarias y las secundarias
Una necesidad primaría podría ser por ejemplo, que la nueva vivienda cuente con dos cuartos de dormir. Una secundaria, que tenga un jardín o un balcón terraza.
Raramente uno encuentre una casa o un departamento que reúna todos los requisitos –a menos que disponga del dinero para construir esa propiedad desde cero–.
Al definir las necesidades, la persona se va haciendo una imagen mental del nuevo hogar. Y ello la motivará enormemente a vender.
Es igual que cuando se planean unas vacaciones y se investiga qué actividades hacer en la localidad elegida, sea ella Cafayate, en Salta, o Villa La Angostura, en Neuquén.
En el poema “Desiderata” del escritor y filósofo estadounidense Max Ehrman, se lee: “Disfruta de tus logros así como de tus planes”.
3. Definir objetivos pequeños
Una vez que se haya decidido orientarse a la venta, es esencial pasar de la motivación a la acción.
Dar los primeros pasos puede generar dudas, miedos. Por eso es vital fijarse pequeños objetivos y avanzar poco a poco hacia el gran objetivo final: encontrar una nueva casa o un nuevo departamento.
Un pequeño objetivo, por ejemplo, será buscar un corredor inmobiliario en la zona de la propiedad a vender, o pedir a amigos y conocidos recomendaciones sobre algunos que conozcan.
Otro objetivo chico y grande a la vez: buscar en la Web y en Instagram propiedades en el barrio o en el área en la que se desee vivir.
4. Soltar el pasado
Para avanzar hacia una nueva vida, un nuevo hogar, es fundamental soltar el pasado. Esto implica estar dispuesto a dejar atrás recuerdos lindos, emocionantes.
Aunque la casa que se quiere vender haya sido el lugar donde ocurrieron hechos maravillosos, ahora las cosas cambiaron y se está buscando un nuevo estilo de vida.
Aquellos recuerdos no se quedan entre las cuatro paredes de la actual vivienda: la dueña o el propietario los lleva consigo en su corazón.
5. Aprender nuevas habilidades
Toda edad es buena para aprender, y no es verdad que solo los chicos son capaces de absorber conocimientos.
Aprender a investigar portales inmobiliarios –como Zonaprop, Argenprop, Mercado Libre Inmuebles o Liderprop– o hacerle preguntas a servicios gratuitos de Inteligencia Artificial o IA como Perplexity o ChatGPT, son buenas opciones para comenzar.
Aprender permite sumergirse en un entorno inexplorado, expandir la mente, acelerar la evolución personal.
La ayuda del corredor inmobiliario
Un corredor inmobiliario experimentado, y sensible, sabe cómo acompañar a la persona que desea mudarse y se halla en el momento de tomar la decisión de vender su propiedad. Vale la pena apoyarse en su conocimiento para que todo resulte más sencillo, seguro y claro.