Para comprender por qué algunas personas y familias son más decididas que otras al momento de cambiar de vivienda, es importante considerar una variedad de factores psicológicos, sociales y biológicos. Aquí te presentamos algunos de ellos que son clave.
A la vez, resulta central considerar que no hay nada permanente. Y que vos también podés ponerte en acción si lo que buscás es una propiedad que te ayude a tener una vida más plena, simple, disfrutable.
– Factores psicológicos.
– Autoconfianza.
Las personas con alta autoconfianza, que creen en sí mismas, tienden a ser más decididas. Ellas no dudan de sus habilidades ni de la validez de sus elecciones.
– Claridad de objetivos.
Quienes tienen metas claras y definidas –con fechas de inicio y culminación– suelen ser más decididas ya que saben lo que quieren lograr y cómo alcanzarlo.
– Tolerancia al riesgo.
Quienes poseen una mayor tolerancia al riesgo suelen estar más orientados a la acción. Están dispuestos a asumir desafíos y a enfrentar la incertidumbre.
– Factores sociales.
– Apoyo social.
Las personas o grupos familiares que cuentan con un fuerte apoyo social –de sus amigos, de sus parientes cercanos– se sienten respaldados en sus decisiones.
– Modelos a seguir.
La presencia de modelos a seguir o role models que sean fuertemente decididos puede influir en que una persona, o un grupo de individuos, desarrolle esa misma cualidad.
– Factores biológicos.
– Niveles de dopamina.
La dopamina, un neurotransmisor relacionado con la motivación y la recompensa, puede influir en la determinación de una persona.
La dopamina se genera haciendo actividad física, escuchando música, estando en contacto con la naturaleza –basta con ir a una plaza o salir al jardín– o ideando proyectos.
– Genética.
Algunos estudios científicos sugieren que la genética tal vez desempeñe un papel en la determinación de una persona, aunque la interacción entre los genes y el entorno es crucial.
– Una gran ayuda para decidirse: el corredor inmobiliario.
El corredor inmobiliario no solo se ocupa de vender casas y departamentos, o de buscar uno en nombre de sus clientes. Su tarea central es guiar y asesorar a las personas que desean un nuevo hogar, en cada momento de esa transición.
El corredor las acompaña y reduce los riesgos porque ya conoce dónde puede haber problemas: una propiedad mal mantenida, una unidad con documentación escasa o poco clara, un propietario con una manera de negociar muy agresiva. La experiencia del corredor le ha provisto las herramientas para enfrentas esas situaciones.
– La lucha entre lo emocional y lo racional.
Decidirse a cambiar de casa o de departamento implica una lucha mental entre dos mundos: el emocional y el racional.
El emocional le dice al oído, al propietario: “Sería bueno que te mudes a una casa más grande” o: “¿Por qué estás viviendo en un lugar tan alejado de tu trabajo? No te merecés viajar tanto. La vida es corta”.
El lado racional le susurra: “Mmmm, hay que tener cuidado con eso de mudarse: es complicado y cansador” o: “Es mejor malo conocido que bueno por conocer”.
– Cómo dar el primer paso.
El primer paso, si la persona no es muy decidida o duda demasiado, es dejar de pensar por un minuto y actuar.
Esto puede parecer temerario, sin embargo es la manera de evitar que el cerebro invente excusas y así postergue el momento de comenzar la búsqueda. O que se prolongue por demasiado tiempo la lucha entre lo emocional y lo racional. Es una lucha que debe concluir cuanto antes.
Entonces, la decisión inicial es contactar con un corredor inmobiliario prestigioso, con trayectoria. O consultar con vecinos, amigos, compañeros de trabajo, familiares y colegas acerca de uno que les merezca total confianza.
La segunda acción consiste en comunicarse con ese profesional. Ya en la primera charla con él se tendrá un panorama más claro de la situación, y aparecerá el estímulo para continuar con el proceso.
Dos frases para reflexionar.
“Una vez que tomas una decisión, el universo entero conspira para hacer que ocurra”, dijo el filósofo –de Estados Unidos– Ralph Waldo Emerson. Su compatriota, el experto en coaching Tony Robbins, afirma: “Es en los momentos de decisión cuando se forma tu destino”.