El libro “El arte de la prudencia”, del filósofo español Baltasar Gracián, es una obra clásica de la literatura.
En sus páginas ofrece una serie de consejos y trucos sobre cómo pensar para, finalmente, tomar decisiones positivas en la vida.
Gracián aborda el término “prudencia” no como sinónimo de “temor” sino en el sentido de “previsión”.
Así, la persona prudente es la que conoce, con bastante precisión, las consecuencias de sus actos.
Si bien el libro no está específicamente vinculado con la compra de una casa o de un departamento, varios de sus principios pueden ser aplicados al proceso de adquirir una propiedad.
Los que siguen son algunos consejos de “El arte de la prudencia” que te resultarán útiles al adquirir un inmueble para vos o para tu familia.
. Conocer las propias necesidades y limitaciones
Uno de los principios clave de “El arte de la prudencia” es el autoconocimiento. Antes de comprar un inmueble –nuevo o usado–, es vital identificar las propias necesidades, expectativas y limitaciones financieras.
Saber lo que se está buscando, y de cuánto dinero realmente se dispone, ayudará a tomar una decisión más acertada.
. Analizar todas las opciones
Gracián enfatiza la importancia de no apresurarse en la toma de decisiones y de analizar todas las alternativas disponibles, con minuciosidad.
Por ejemplo, antes de inclinarse por una vivienda en particular es preciso haber visitado de modo on y offline diferentes propiedades, considerando factores como la ubicación, los metros cuadrados, el acceso a colegios y clínicas, y otras características para llegar a la opción óptima.
. Ser discreto y cauteloso
El filósofo español destaca la importancia de la discreción y de la cautela en los diversos actos de la vida.
Al comprar una casa es esencial mantener cierto grado de discreción en las intenciones, y evitar revelar demasiada información al vendedor.
Esto permitirá negociar de una manera efectiva y proteger los propios intereses.
A veces, las personas se entusiasman con una propiedad y no pueden evitar demostrarlo. Eso casi nunca es bueno para el proceso de la compra.
. Evaluar los riesgos y los beneficios
El autor subraya la necesidad de medir los riesgos y los beneficios en cualquier situación. Es decir, lo que sumaría y lo que restaría el ejecutar determinada acción.
Al adquirir una unidad es central considerar, por caso, el estado de mantenimiento y las posibles necesidades de reparación.
Evaluar estos factores permite tomar una decisión informada y, justamente, prudente.
Vale destacar que no hay acciones que no tengan un resultado final. Incluso, el no hacer nada también tiene sus riesgos.
. Aprender de la experiencia
En su obra, Gracián aconseja aprender de la experiencia propia y de los demás. Antes de comprar un departamento o una casa, se hace imprescindible investigar y aprender sobre el mercado inmobiliario, hablar con propietarios de viviendas vecinas y buscar la orientación de un corredor inmobiliario con trayectoria.
Cuanta más información se tenga, mejor preparado se estará para hacer elecciones certeras.
. Mantener la calma en las negociaciones
La prudencia generalmente se asocia con la tranquilidad, la serenidad e, incluso, la timidez.
Al negociar el precio o las condiciones de una compra, es importante para el futuro adquirente o la potencial compradora mantener la calma y evitar actuar impulsivamente.
Ser paciente y tener una actitud estratégica en las negociaciones va a dar como resultado el conseguir mejores acuerdos.
¿Por qué un libro de filosofía puede ser útil al comprar una propiedad?
“El arte de la prudencia” es considerado por muchos expertos como un auténtico “manual para saber cómo vivir”.
Su estilo claro, simple y directo es verdaderamente accesible para los no expertos en el pensamiento complejo.
La obra está formada por 300 breves párrafos o microcapítulos, cada uno dedicado a una sugerencia o consejo concreto. De manera que el libro se puede leer por saltos o siguiendo el orden de los párrafos.
Algunos de los títulos de esos párrafos son: “Saber adaptarse a las circunstancias cambiantes”, “La sabiduría de mantener un equilibrio entre la cautela y la audacia”, “Cómo enfrentar los elogios y las críticas con ecuanimidad” y “El arte de tratar con personas difíciles”.
El libro tiene una notoria vigencia que se mantiene en la actualidad, a pesar de haber sido publicado por primera vez en 1647 –bajo el nombre de “Oráculo manual y arte de prudencia”–.