¿Estás con ganas de vender tu casa o departamento, y ya vas pensando en la mudanza? ¿Te preocupa ese tema, o es algo que hiciste otras veces y no te resulta complejo?
Como muchas cosas de la vida, con una buena organización y dando los pasos correctos, la mudanza puede transformarse en algo sencillo. Aquí te brindamos algunas pautas.
. Escribir un plan
Para una mudanza exitosa, sin estrés, es preciso establecer un plan bien detallado. Eso incluye determinar la fecha, calcular las cajas o canastos a transportar, establecer un presupuesto, elegir una mudadora. O eventualmente, contratar a un moving planner. Es un profesional que se encarga de embalar todo lo que hay en la propiedad que se deja atrás, y colocarlo prolijamente en la nueva.
. Asignar roles para el plan
En ese plan, cada integrante de la familia debe tener un rol bien definido. Y acorde a su edad y habilidad.
Si quien se muda es una persona sola, tiene la opción de asignar esos roles a quienes le ayudarán en la tarea.
. Empezar anticipadamente
Para que la mudanza no se convierta en algo inesperado, urgente, es bueno comenzar con tiempo cada uno de los pequeños pasos a dar a fin de llegar al resultado final.
Algunos de esos pasos son reunir todos los objetos que no se usan a menudo y colocarlos en cajas o canastos cuidadosamente etiquetados.
Esos objetos son los que por lo general se hallan en la parte alta de los placards o armarios, o en el fondo de ellos. Por ejemplo, los bastones de esquí o la sombrilla para la playa.
. Etiquetar las cajas con el nombre cada integrante de la familia
En cada caja es recomendable poner el nombre del integrante de la familia al que pertenece su contenido.
Por ejemplo, los juguetes de la pequeña Teresa deberían ir en una caja con la etiqueta: “Teresa – Juguetes”.
De ese modo, quienes se encarguen de la caja sabrán dónde colocarla en la nueva vivienda. Previamente, habrá que fijar en la puerta de cada cuarto el nombre de quien lo ocupará.
. Definir las cajas prioritarias
En cada habitación de la vivienda que se deja atrás, se armará una caja prioritaria. Ella contendrá lo que primero debe ser desembalado al arribar a la nueva.
Un caso: en la habitación de la madre, su agenda y su notebook habrá que ponerlas en una caja prioritaria con la etiqueta: “Mamá – Prioridad”.
. Preparar una caja de elementos esenciales
Los elementos esenciales son los vinculados con la higiene personal y con la alimentación. Por ejemplo, champús y jabones de tocador, toallas, peines, afeitadoras, planchas para el pelo, platos, cubiertos, algunas ollas.
. Proteger los objetos frágiles
Los objetos de cristal, los electrónicos y otros deben resguardarse con papel burbuja, papel de diario, mantas o sweaters para amortiguar eventuales golpes. Si bien casi no hay mudanza sin roturas, lo ideal es procurar que sean escasas.
. Contratar un seguro de mudanza
Existen seguros de mudanza que, por medio de una cifra muy reducida, brindan la reposición de elementos que pudieran dañarse o desaparecer durante un traslado.
. Prever el cuidado de los chicos
Si en la familia que se mudará hay chicos pequeños, es vital contar con quien los cuide fuera del hogar que se va a dejar. Pueden ser tíos, abuelas, primos, hermanas, sobrinos u otras personas con experiencia.
. Dar aviso a las empresas
Si bien muchas facturas llegan por e-mail u otros medios electrónicos, es prioritario avisar a las empresas de servicios públicos –agua, gas, electricidad–, compañías aseguradoras, bancos y otras sobre el cambio de dirección.
. Pedir ayuda a amigos y familiares
Siempre habrá amigos y familiares –cercanos o no– dispuestos a colaborar en una mudanza.
Es bueno considerar en qué pueden ayudar cada uno: ordenar, controlar a la empresa mudadora, levantar algunos elementos pesados, desembalar.
El secreto: convertir la mudanza en un proyecto
Dejar de ver la mudanza como un incordio y transformarla en un proyecto, es el primer truco para que ella concluya de modo satisfactorio.
Además, como en todo proyecto debe haber una recompensa para los participantes: una cena, una salida al cine o un picnic en una plaza cercana.
Theodore Roosevelt, expresidente estadounidense, dijo una vez: “Si crees que puedes, ya estás a medio camino”.
Estas palabras implican que la actitud, de por sí, ya determina un positivo resultado final.