¿Qué es la biofilia? ¿Cómo puede ayudar a que un inmueble se venda más rápido?
Aquí te brindamos varias claves sobre esta tendencia en la decoración. Y sobre su poder para cautivar al futuro comprador de tu casa o departamento.
La biofilia
La palabra biofilia tiene dos componentes. Uno es “bio”, vinculado con lo biológico o natural. Y el otro es “filia”, relacionado con el afecto y los vínculos.
La palabra biofilia fue creada por el psicólogo y filósofo alemán Erich Fromm, en 1964. Él la definió como la pasión centrada en la vida, en todo aquello que se encuentra vivo.
Fromm se hizo muy conocido por sus libros “El arte de amar”, “El miedo a la libertad” y “El arte de escuchar”.
Una tendencia mundial
La biofilia es una tendencia mundial que busca volver a estar en contacto con la naturaleza, particularmente por parte de quienes viven en las urbes.
Es importante destacar que esta corriente no implica grandes inversiones en la propiedad que se busca vender. Se trata, simplemente, de hacer algunos cambios que van a llamar la atención de los que visiten la unidad con el fin de conocerla y, luego, comprarla.
Para acercarse a la biofilia hay que tener en cuenta las plantas, las macetas, los muebles, las alfombras, la luz natural y la luz artificial.
Plantas
Un aspecto central de la biofilia es dotar a la propiedad de varias plantas naturales, de interior y de exterior –si se cuenta con un balcón o una terraza–.
¿Qué plantas y cuántas? En cuanto al tipo, todas son bien valoradas. Las de hojas grandes y las de pequeñas, las suculentas y las clásicas, las que brindan flores y las que no.
En lo que hace al número, resulta central evitar una cantidad desmedida. Ella podría abrumar a la potencial compradora o al futuro adquirente del inmueble. Además, implica más trabajo de mantenimiento para el propietario de la vivienda.
Otro aspecto a considerar es que las plantas crean un microclima lleno de beneficios. Aportan frescura en verano y calidez en invierno.
Sumado a ello, cargan el ambiente con una energía positiva que repercute en todos los órdenes.
Macetas
Un punto clave es que todas las plantas se encuentren en macetas de cerámica, barro o hechas con fibras naturales.
Las macetas de plástico deberían ser reemplazadas ya que la biofilia, justamente, plantea alejarse de lo artificial, no lo no sustentable, lo no reciclable.
Es cierto que por su peso las macetas de plástico resultan muy manejables, pero valdrá la pena la pena cambiarlas.
Muebles
Los muebles de madera clara, mimbre u otro material similar corresponden a los postulados de la biofilia.
Quizás no sea posible en un hogar cambiar el juego de living completo si éste es de hierro, pero tal vez sea factible reemplazar algunas piezas.
Alfombras
Las alfombras de fibras naturales juegan un papel central en un entorno acorde al diseño biofílico.
Las de yute, lana, hilo sisal o coco son una buena opción.
Luz natural
Un elemento biofílico por excelencia es la luz natural.
Se trata de un recurso gratuito, no siempre tenido en cuenta y que puede potenciarse. ¿Cómo? Por ejemplo, despejando los balcones de objetos innecesarios, utilizando cortinas de tejidos no densos en las ventanas y quitando los elementos colocados frente a ellas que impiden la entrada de los rayos solares.
También los tonos suaves en muebles, adornos, paredes, pisos y techos ayudan a multiplicar la fuerza de la luz natural.
Iluminación artificial
Es factible hacer que la iluminación artificial actúe en consonancia con la biofilia.
Para ello se utilizarán lamparitas cálidas, y también lámparas con dimmers o atenuadores de la intensidad.
Otro factor que ayuda es iluminar los ambientes con lámparas bajas en lugar de usar arañas.
Un dato adicional: en los hogares donde no se usa una iluminación artificial de alta potencia –como la que se emplea en los supermercados–, sus habitantes duermen mejor y lograr un descanso verdaderamente reparador.
Finalmente, es bueno remarcar que estos cambios van a ser aprovechados ante todo por quienes viven en la propiedad puesta en venta. De modo que el acercamiento a la biofilia tendrá un beneficiario inicial y temprano que es la propia familia que hoy habita ese inmueble.